Carta abierta a un admirador de Gallardón.

Posted on 12 May 2010. Filed under: Madrid | Etiquetas: , , |

Coño Aalto, tú por aquí, qué sorpresa.

Tengo que admitir que con tu comentario has hecho una demostración de lo que es tener clase (o por lo menos de lo que es tener diplomacia): no todo el mundo sería capaz de mostrarse tan ecuánime al contestar a un texto en el que le están llamando jilipollas. También tengo que felicitaros por la iniciativa de los BiciViernes, quizá una de las cosas más creativas que se ha hecho en Madrid a favor de la bicicleta en varios años; como ya he dicho en otra parte, a los viejos carcamales y a los nuevos niñatos del carrilbicismo Madrileño tendría que caerseles la cara de vergüenza de que, después de llevar ellos años haciéndo el carril-ridículo, hayais tenido que ser vosotros los iniciadores de una idea tan buena como esa. Espero de verdad que salga bien y vaya a más aunque, desde luego, no creo que nunca llegues a saber si yo estoy o no participando en ella en alguna ocasión.

Bueno, ya que estás aquí, me gustaría aprovechar la oportunidad para decirte un par de cosas, porque, la verdad: a tí y a tus compañeros os veo a pesar de todo un poquito despistados, y es una pena. ¿Te parece si tenemos una pequeña conversación a calzón quitado?

Vamos a ver: según parece, a vosotros os gusta Madrid, os gusta la bici y (para qué andarse por las ramas) os gusta Gallardón. Mi impresión personal es que sosteneis la postura de que (¿casi?) cualquier cosa que Gallardón haga, mola. No es un tema en el que me apetezca entrar: simplemente, cada figura pública tiene tanto incondicionales como detractores monolíticos. C’est la vie, por lo que parece.

A lo que voy: si vosotros pensais que Madrid mola, que la bici mola, y que Gallardón mola, quizá estais en una posición de conseguir que GALLARDÓN HAGA ALGO POR LA BICI Y POR MADRID QUE MOLE DE VERDAD. Y cuando digo algo «que mole de verdad» no me estoy refiriendo a algo que mole en plan mindundi, a lo «fíjate que guay, como mola», sino a ALGO QUE MOLE CON UNAS DIMENSIONES HISTÓRICAS. Algo que, literalmente, marque un antes y un después en la historia de la bicicleta urbana, y que convierta a Madrid en una ciudad definitoria del futuro de la bicicleta, en el punto de inflexión entre el viejo paradigma del ciciclismo urbano (tan demodé y del siglo pasado) y el nuevo paradigma de lo que va a ser el ciclismo urbano del (y con) futuro.

(En oposición, por ejemplo, a Donosti, que ha quedado encallada en una concepción de la «red ciclista» como parque temático; a Sevilla, que está haciendo un ridículo mostruoso con sus políticas paletas de pueblerino que quiere ponerse al dia; o a Barcelona que, queriendo ser moderna, tan sólo está consiguiendo parecer modennna, y se ha quedado enredada en un laberinto de chapuzas ciclistas del que le va a costar salir, aunque el Departamento de Marketing del Ayuntamiento de Barcelona consiga vender el desastre como si fuese el no va más).

Creo que no puedo ser más claro, querido Aalto: Madrid tiene (está teniendo durante un muy breve tiempo) una oportunidad histórica de convertirse en la ciudad de referencia de un nuevo modo, realmente moderno, de entender la bicicleta; Madrid tiene la oportunidad de convertirse en una ciudad escaparate de lo que van a ser las políticas ciclistas del siglo XXI, y Gallardón tiene la posibilidad de ser el artífice de que Madrid aproveche esa oportunidad (o el causante de que falle y se quede sumergido en la mediocridad imperante). Y vosotros teneis (quiero creer) la posibilidad de hacerle llegar a vuestro querido alcalde el mensaje adecuado. ¿Tengo tu atención, querido Aalto?

Poniéndolo en corto: para distinguirse de la mediocridad que caracteriza las políticas de Barcelona, Sevilla o Donosti, Madrid va a tener que hacer algo radicalmente distinto, y el Ayuntamiento de Madrid va a necesitar pensar de modo radicalmente distinto respecto a la bicicleta. Hacer más de lo mismo sólo va a llevar a más de lo mismo.

El mensaje básico que podeis (quizá) hacerle llegar a Gallardón es muy sencillo: Madrid tiene que renunciar clara y públicamente a todas las políticas de segregación ciclista, tiene que detener la construcción de cualquier tipo de vía segregada para ciclistas en la ciudad, tiene que desmantelar las vías segregadas existentes (devolviéndolas a un uso natural y compartido, o reservándolas a los peatones) y tiene que lanzar un mensaje público, sin complejos, sin ambigüedades ni medias tintas, sin timideces ni mariconadas, dejando claro a todo el que esté interesado, y sin dejarse cojer por los huevos por la pandilla de pagafantas y perroflautas que dicen hablar en representación de los usuarios de bici, que no se van a construir en Madrid más vías segregadas para ciclistas (carriles-bici, para entendernos, pero puedes ver una definición más detallada de «via segregada» aquí), y que lo que sí se va a hacer es tomar las medidas para que cualquiera que quiera usar su bici de manera responsable como cualquier conductor de vehículo, pueda hacerlo en las mejores condiciones posibles en las calles mondas y lirondas, que son el lugar natural de la bicicleta.

Por si no te has dado cuenta, querido Aalto, los carriles-bici NO son el futuro de Madrid: Madrid nunca va a tener (gracias a Belcebú) una infraestructura ciclista ni siquiera comparable a la de Sevilla o a la de Barcelona (que no son mas que basura perturbadora, por mucho que se las jalee), y cualquier intento de crearla va a nacer muerto, entre otras cosas porque la bicicleta va a hacer estallar por las costuras cualquier infraestructura que se construya (hay otras razones de más calado, pero dejémoslas por ahora). Lo que es cierto para Madrid lo es para todas las otras ciudades: LOS CARRILES-BICI NO SON EL FUTURO DE LA BICICLETA, y sólo los despistados, los tontos, los que tienen intereses en construirlos o los carrilbicoinómanos creen que lo son. Es sólo cuestión de tiempo que un alcalde con auténticos cojones llame a renuncio todo el mortífero fraude que son las vías segregadas, diga lo que yo he dicho en el párrafo anterior sin importarle la polémica que se desate, y pase a la historia como el menda que puso los puntos sobre las íes respecto a todas las pamplinas, la ignorancia, los embustes y la demagogia que han dominado las políticas ciclistas (y de movilidad) del siglo XX.

Y ese alcalde, querido Aalto, podría ser Gallardón.

O podría no serlo, y dejarle el puesto a otro.

Gallardón ya ha demostrado que tiene cojones para hacer lo que quiere hacer cuando lo tiene claro, a gran escala: sabe agujerear Madrid, levantarlo de arriba abajo, mover el río, convertir una autopista en calle, levantar edificios, crear barrios enteros. Pos fale. Falta saber si, respecto a la bicicleta, tiene la sensibilidad necesaria para oir una música que está en una escala un poco distinta, pero que es la música que viene del futuro.

Desde luego, si Gallardón tiene la sensibilidad y las agallas necesarias para dar el paso al frente, los tontolabas de siempre van a decir las idioteces esperables, y la oposición va a intentar sacar tajada, porque el carril-bici se ha convertido en un estupendo pretexto para la demagogia de todo el mundo, pero… ¿y qué? A estas alturas, es evidente para cualquiera que esté prestando atención que toda la ideología segregacionista está agotada y no tiene nada que ofrecer, y los movimientos segregacionistas están cerebralmente muertos. Cualquier protesta que se produzca será completamente marginal y hueca (la bici, aunque nos gustaría creer lo contrario, importa a muy poquitos y va a cambiar muy poquitos votos), y el tiempo corre en contra de los defensores de la segregación.

Lo irónico de esto, una vez llegados a este punto, amigo Aalto, es que la mayor debilidad (y quizá la única significativa) de Gallardón en una maniobra como ésta sería precisamente las dudas o la tentación de querer parecer progre, o nadar entre dos aguas y templar gaitas. Por si no te habías dado cuenta, las expresiones del tipo «las bicis tienen derecho a usar la calzada, pero vamos a crear carriles-bici donde sea posible» lo único que logran es confundir a la peña, crearles expectativas irreales, y alimentar los argumentos de la oposición y los delirios y protestas de aquellos que están (¿estais?) empeñados en poner carriles-bici a toda costa. En cambio, una posición granítica, en plan «NO se van a hacer carriles-bici, y punto» sería quizá más polémica (en el muy corto plazo: fuego de paja), pero mucho más sencilla de entender para todo el mundo y más rentable políticamente a la larga.

Así que eso es lo que hay. Tú me preguntabas que a qué ruta de los BiciViernes me iba a apuntar. Me toca a mí ahora: ¿A qué ruta del futuro os apuntais vosotros? Porque escribiendo bobadas laudatorias en vuestro blog como las que provocaron mis burlas, o diciendo chorradas como que «Puede que el Ayuntamiento algún día haga carriles-bici, que algún día tengamos nuestro espacio vial propio, pero mientras tanto no nos vamos a quedar con los brazos cruzados. La ordenanza es el primer paso«, y intentando nadar entre dos aguas con historietas sobre «ofrecer «calles ciclables» y recorridos que permitan circular por la ciudad con bicicleta. Además, continuarán haciéndose carriles-bici segregados» no es como vais a ayudar a vuestro Gallardón a pasar a la historia de la movilidad urbana moderna.

Así que, querido Aalto, os toca jugar a vosotros. Que nosotros ya estamos haciendo nuestra parte, y si necesitais alguien que le explique a Gallardón porqué tiene que parar la locura carrilbicista, seguro que en Madrid hay alguien de CiudadCiclista dispuesto a darle a él y a su gente todos los detalles que sean necesarios.

Salud.

Txarli

CiudadCiclista | Lista de correo | Wiki CC

Y digo todo esto con la mejor voluntad, aunque a Gallardón no le he tratado muy bien cuando se me ha puesto a tiro.

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6 respuestas to “Carta abierta a un admirador de Gallardón.”

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qué será del peatón cuando los ciclistas se repartan las calles con los coches??

Interesante propuesta. Creo que hace falta por algo de información pública, que creo que estos debates de CiudadCiclista Vs Movilidadsostenible sólo los conocemos los afectados, y en cuanto preguntas por ahí a la gente, el desconocimiento es brutal.

Sin embargo, algo parece que puede estar cambiando cuando por lo menos en ciertas ciudades y ciertas calles ya se está olvidando la reivindicación del carril-bici por sistema y se empieza a aceptar las Calles 30 compartidas, incluso por políticos y grupos pro-carril en ciudad.

Creo que sería interesante localizar las áreas grises del debate en las que las se produce la sutil transición entre falsa seguridad de la vía segregada paralela a una calle y la seguridad cierta de una pista ciclable independiente, ya que se evitaría mucha polémica estéril.

Aunque sepamos que esa transición existe, el debate no saldrá nunca de estos foros ni llegará a la política mientras no se deje claro que cuando se habla de que segregar la bici del coche «puede» ser peligroso no significa que «siempre» lo sea. Si no, estamos asustando al personal que no sabe, o provocando oídos sordos al que cree que sabe.

Me parece que los primeros que mezclan ambas infraestructuras son los propis defensores de las vías segregadas. A todas las vías ciclistas les llaman carril-bici. No les importa si son reservadas o segregadas. Esa ha sido la bandera de los colectivos ciclistas mayoritarios durante años y, finalmente, la prensa, los políticos, las instituciones, etc. han adoptado esta denominación que confunde por completo los peligros de la segregación.

Somos los que detectamos los problemas de las vías segregadas los que sabemos perfectamente las diferencias y las repetimos continuamente.

He visto casos en los que una persona que defendía el carril bici urbano decía que lo quería bien hecho. ¿Qué es bien hecho? y respondió limitar la velocidad de los coches y habilitar caminos. ¿mmm?

Así que tengo la impresión de que el carrilbicismo no se preocupa de que estos conceptos estén enmascarados y confundidos. Ellos quieren y les interesa seguir con esta confusión porque quieren carril-bici por toda la ciudad o (por algunas calles están corrigiéndose algunos). Es decir, quieren vías ciclistas segregadas del tráfico, con toda su falsa seguirdad incluida. Y confunden mezcalndo estos términos cuando se hacen redes interurbanas de pistas y sendas bici que nada tienen que ver con los carriles-bici, pero los denominan de esta misma manera metiéndolos en el mismo saco.

Saludos

has estado en amsterda, berlín o ciudades plenamente adaptadas al transporte urbano en bicicleta MEDIANTE LA CREACIÓN DE CARRIL BICI en todas o casi todas las vías?

Sí, los peatones en estos lugares han desaparecido. He aquí la respeuesta a Vakazul


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